Cómo reaccionar ante la crítica.

Todas las mujeres necesitamos de alguien que nos hable con la verdad, aunque no nos guste.

Es difícil querer oír la verdad cuando sabemos que va a doler, pero es parte del camino hacia la madurez.

Nuestra reacción ante la crítica proyecta nuestro nivel de madurez, de humildad y de sabiduría.

Nos conviene pensar antes de reaccionar, en lugar de ponernos a la defensiva, debemos ponernos dispuestos a escuchar y meditar en la crítica; si no sabemos qué contestar, si nos sentimos molestas, confundidas o desilusionadas, lo mejor es sonreír y decir: Gracias pensaré en lo que me has dicho y vete.

Generalmente nuestro primer impulso es defendernos, justificarnos y enojarnos, pero debemos aprender a lidiar con la crítica, de otro modo la única manera de evitarlo será evadiendo muchas veces una verdad que desconocemos y que puede cambiar de forma positiva la manera en que vivimos.

No todas las críticas son correctas ni dichas de la mejor manera, pero debemos aprender a tomar lo bueno y no enfocarnos en lo malo. Se trata de que aprendamos a ser mujeres maduras. La prudencia y la sabiduría tal vez no acompañe a quien no señala nuestros errores, pero si las agregamos a nuestras virtudes, nosotras somos las que saldremos ganando.

Siempre toma en cuenta las críticas, sácales provecho y úsalas para crecer y hacer mejor las cosas; y si es equivocada y con mala intención, piensa antes de hablar y actuar, tal vez tengas la oportunidad de dar darle a esa persona algo que nunca ha experimentado: Misericordia.

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 1 Pedro 3:9

¿Quieres ayudar a alguien que está actuando mal y no sabes cómo exhortarlo?

No lo hagas a tu manera, deja que la Palabra de Dios te dirija.

Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso, ¡Soy como una campana desafinada!

1 Corintios 13:1 (TLA)

Nada de lo que hagamos tiene sentido si no es por amor y en amor.

Esto incluye la manera en que decimos las cosas y cómo las decimos.

Que la palabra de ustedes sea siempre agradable, sazonada con sal, para que sepan cómo les conviene responder a cada uno.

Colosenses 4:6

Mujer que Transforma