Negación
- Por Irma Soler
- 14 jul 2017
- 3 Min. de lectura

Definitivamente hay cosas que preferimos ignorar; porque no sabemos que vamos a hacer con tal información; pero hacerlo no cambia la realidad.
Negación: La negación es un mecanismo de defensa que consiste en enfrentarse a los conflictos negando su existencia o su relación o relevancia con el sujeto, se rechazan aquellos aspectos de la realidad que se consideran desagradables.
Como padres creemos conocer completamente a nuestros hijos y a veces, cuando les preguntan algo, nosotros contestamos por ellos, porque creemos saber lo que dirán, negándoles la oportunidad de socializar con las personas; otras veces no les pedimos ayuda en las tareas del hogar; con la idea de que ellos se enfoquen solamente en el estudio y que no pierdan su tiempo en cosas que pensamos que no se van a dedicar; nuestro deseo es que ellos no sufran lo mismo que nosotras; porque tenemos la idea de que como ellos serán profesionistas con eso tendrán la vida resuelta, y claro que todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos como dice en Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Me tocó ver un caso de un joven que se empezó a juntar con malas compañías y un día le quiso robar la bicicleta a otro chico; este se defendió y no dejo que se la quitara, lo acusó con su mamá, (ya que la conocía); pero la mamá se sintió ofendida y negó rotundamente que su hijo quisiera robársela, pues decía que conocía a su hijo y que este no era capaz de hacer eso. Lejos de investigar lo sucedido simplemente no acepto que su hijo estuviera cometiendo tal delito; con el paso del tiempo tristemente su hijo se convirtió en un delincuente.
Cuántas veces cometemos el error que cuando alguien nos hace una observación, una crítica o simplemente nos dice algo, lejos de analizarlo o aceptarlo, nos negamos averiguar si lo que nos dicen es cierto, tenemos miedo de comprobar que sea una verdad y en lugar de aceptar y enfrentar la situación; buscamos justificarnos, culpamos a los demás, no reconocemos nuestro error y no aceptamos que tenemos responsabilidad en el asunto. Si alguien nos dice “te quedo riquísima tu comida o cualquier otra cosa que hagamos” aceptamos el halago aunque no creamos que lo hicimos tan bien, nos gusta sentirnos admiradas y aceptadas; pero si nos dicen lo contrario; de inmediato nos ponemos a la defensiva; incluso hasta nos molestamos porque es muy difícil aceptar una crítica. Una crítica o una observación por suave o severa que sea siempre nos servirá para analizar, corregir, implementar, construir o mejorar.
No perdamos la oportunidad de cambiar nuestra historia, no caigamos en negación, porque de esa misma manera podemos perder también la oportunidad de conocer de Dios.
Cuando nuestros antepasados nos dejaron sus creencias nosotros las seguimos porque es más fácil creer lo que nos dicen que leer, investigar y comprobar.
No todo el que dirige tiene la verdad
2 de Pedro 2:1 Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.
También nosotras podemos estar equivocadas en la forma en que dirigimos.
¡¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!! ¡¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!! Isaías 5:20
No vivamos en la negación de nuestros errores por la falta de humildad para escuchar; es mejor aceptar que tenemos mucho que aprender y de esa manera nos damos la oportunidad de ser mejores; recordemos que educamos a nuestros hijos con el ejemplo, hagamos lo que nos gustaría que ellos hicieran.
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