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Tiempo de restauración

  • mujerquetransforma
  • 10 ago 2017
  • 2 Min. de lectura

Las enfermedades del cuerpo solo te afectan a ti, las del alma y las del espíritu afectan también a tus generaciones.

Observa y podrás darte cuenta que aun los pecados más ocultos llegan a salir a la luz en los hijos y muchas veces multiplicados.

Lo ideal es tener un doctor de cabecera, y a alguien que tenga conocimientos de las emociones para curar tu alma; pero a tu espíritu solo lo puede sanar otro espíritu. Una relación personal con Dios, el conocimiento de su Palabra y aplicación, son más que suficiente para darle a tu espíritu los nutrientes que necesita para crecer sano y fuerte.

Viviendo de esta manera puedes llegar al punto donde Dios es más que suficiente; es un proceso y requiere todo tu ser para lograrlo, es una meta que no tiene un tiempo determinado, pero en el camino con todos sus obstáculos, tentaciones y temores te van fortaleciendo y casi sin darte cuenta, un día estarás totalmente sana.

Pero si desde el lugar en que hoy te encuentras, en la circunstancia en que estás, viviendo como lo estás haciendo; buscas al Señor tu Dios con todo tu *corazón y con toda tu alma, lo encontrarás. Porque simplemente Dios es bueno.

Deuteronomio 4 del 25 al 31

Y si se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado Mi nombre, y oran, buscan Mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.

2 Crónicas 7:14

-Humillar: Bajar la cabeza u otra parte del cuerpo en señal de acatamiento y sumisión. En otras palabras reconocer que necesitamos a Dios, aceptar nuestros pecados con humildad, sin justificarnos.

-En donde es invocado mi nombre: Lo dice claramente; su nombre y solo su nombre.

-Si oran. La oración es tener una relación con Dios, afinar nuestros oídos a su voz, platicar con él con toda sinceridad y confianza.

-Buscan mi rostro: ¿Dónde está su rostro? La Biblia nos muestra el rostro del Señor, su corazón y su voluntad.

-Se vuelven de sus malos caminos. Es muy lógico que si pedimos perdón y nos perdonan es para dejar de hacer lo que es desagradable a la persona ofendida, nunca es permiso de seguir ofendiendo una y otra vez, todas podemos entender muy bien lo que significa la infidelidad, es lo mismo que espera Dios cuando nos perdona; que no lo volvamos a hacer jamás.

-Oiré, perdonaré y sanaré su tierra. No hay nada que nos dé más confianza que saber que nuestra peticiones son escuchadas y que el deseo de Dios es que nos arrepintamos para poder perdonarnos.

Un corazón sano produce una vida sana en todas las áreas, por eso debemos cuidarlo sobre todas las cosas como dice en Proverbios 4:23, porque es la fuente de nuestra vida.


 
 
 

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