Enseñando a amar.
- mujerquetransforma
- 29 may 2017
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Recomienda a las ancianas que se comporten como personas que aman a Dios. No deben ser chismosas ni emborracharse, sino más bien ser un buen ejemplo para las mujeres más jóvenes, y enseñarles a amar a sus esposos e hijos. También deben enseñarles a pensar bien lo que van a hacer, y a ser dueñas de sí mismas, a atender bien a su familia y sujetarse a su esposo. Así nadie podrá hablar mal del mensaje de Dios.
Tito 2:3-5 (TLA)
Quien nos dirige determina nuestro destino:
Las mujeres tenemos gran influencia, podemos dirigir sabiamente o neciamente con sus respectivas consecuencias.
¿Somos buenas para dirigir? ¿Somos dirigidas con sabiduría?
Las ancianas tenemos una gran misión: Debemos aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, haciendo a un lado la amargura de nuestras propias experiencias, con amor y por amor.
Las jóvenes: Les conviene escuchar y buscar consejo sabio, busquen quien las dirija en base a la Palabra infalible de Dios, analicen en quién ponen su confianza porque puede influir en el futuro de su familia.
Requisitos para ser una buena consejera:
-Comportarse como una persona que ama a Dios
-No ser chismosa
-No emborracharse
-Ser ejemplo de lo que aconseja (sujeta a su esposo, atender bien su casa y familia)
-Tener dominio propio (no hablar ni dejarse llevar por sus emociones)
-Amar a Dios sobre todas las cosas y amar a los demás como se ama a sí misma.
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