Una vida en equilibrio

Todas necesitamos el equilibrio en nuestra vida. Cuando no ponemos en orden nuestras prioridades, tarde o temprano sufriremos las consecuencias.

En primer lugar necesitamos a Dios.

-Dios como el centro, es quien nos sostiene, nos da ánimo, dirección, fortaleza, gozo y orden.

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” Mateo 22:37

-El Amor, sin él nada de lo que hacemos tiene sentido.

Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor.

2 Corintios 13:13

-La familia: Necesitamos motivación para hacer lo que hacemos.

Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

1 Timoteo 5:8

-El trabajo. Es parte de nuestra vida pero hay que entender que no lo es todo.

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. Colosenses 3:23-24

-Descanso. No hay nada como la recompensa.

—Vengan conmigo a un lugar tranquilo para que puedan descansar un rato.

Marcos 6:31

Seis días trabajarás, pero el séptimo día dejarás {de trabajar,} Éxodo 23:12

Debemos hacer todo lo posible por vivir en equilibrio para que nuestra vida sea plena; siempre habrán cosas inesperadas pero nos corresponde hacer todo lo necesario para regresar a él, entendiendo que hay un tiempo para todo.

Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo. Eclesiastés 3:1

Hagamos todo con orden divino si queremos una recompensa divina.

Que todo lo que hagan sea siempre de forma apropiada y ordenada. 1 Corintios 14:40